jueves, 15 de octubre de 2020

Observar nuestros pensamientos, J. Krishnamurti, 1949

 Por eso, como ya dije, es importante entender el proceso, el comportamiento de nuestro propio pensar.

No se puede adquirir conocimiento propio a través de nadie, de ningún libro, de ninguna religión, psicología o psicoanálisis.

Tiene que descubrirlo usted mismo, porque es su vida; y sin ampliar y profundizar en ese conocimiento del yo, haga lo que haga, cambie cualquier circunstancia o influencia externa o interna, siempre estará abonando la tierra de la desesperación, del dolor y del sufrimiento.

Y para ir más allá de esas actividades limitadas de la mente, uno debe comprenderlas; y para comprenderlas es necesario darse cuenta de la acción en las relaciones, la relación hacia las cosas, las personas y las ideas.

Y en esa relación, que es un espejo, comenzamos a vernos a nosotros mismos, sin ninguna justificación o condena; y desde ese conocimiento más amplio y profundo del comportamiento de la mente, se puede proseguir; entonces la mente puede estar tranquila, recibir aquello que es real.
J. Krishnamurti, Charla Pública, 24 de julio 1949


miércoles, 7 de octubre de 2020

El mundo es como una burbuja, por 𝗥𝗼𝗯𝗲𝗿𝘁 𝗔𝗱𝗮𝗺𝘀

La razón por la que puedo deciros de verdad que el mundo no es real, es como una burbuja, como un sueño, que la desarmonía no es real, que vuestro cuerpo no es real, es porque de alguna manera he podido ver el cuarto estado, y he experimentado el cuarto estado, más allá de estar despierto, soñando y durmiendo. Y ese cuarto estado es la realidad, mientras que todo lo demás parece ser realidad. Por lo tanto, la guerra parece real, muy real, el mundo parece real, tu cuerpo parece real, pero tú no eres eso. Tú estás más allá de eso. Sin embargo, si no has experimentado este estado de conciencia, nunca podrás saber realmente que existe.


Te estoy hablando de un estado de perfecta paz y armonía, un estado de absoluta bondad, de nirvana, de sat-chit-ananda. Este es un verdadero estado. Es real. Es real para mí, al igual que este mundo es real para ti. Y aunque estuviera involucrado en la guerra con bombas cayendo sobre mí, armas disparando a mi alrededor, no tendría miedo. No porque sea un idiota, sino porque sé lo que existe y lo que no.

Para mí es como una pizarra. Soy algo así como la pizarra y alguien dibuja en la pizarra, iraquíes luchando contra americanos, gente muriendo, gente siendo bombardeada, y eso parece estar pasando en la pizarra. Luego alguien viene con un borrador y lo borra, y desaparece, pero la pizarra permanece. Luego hacen otro dibujo, que la guerra ha terminado y todos viven en paz por un tiempo. Y todo el mundo está peleando por la tierra, por la propiedad, por el trabajo, por el empleo y todo lo demás, y luego eso se borra. Pero la pizarra sigue siendo la misma.

Así que de alguna manera soy consciente de que soy como la pizarra. Y todos estos acontecimientos se superponen a la conciencia. El pizarrón es la conciencia y yo soy eso. Todos estos acontecimientos son como reflejos en el espejo. No puedes agarrarlos. Sólo puedes agarrar el espejo. El espejo es siempre el mismo. El pizarrón es siempre el mismo, la conciencia es siempre la misma.

𝗥𝗼𝗯𝗲𝗿𝘁 𝗔𝗱𝗮𝗺𝘀
(1928-1997)