el Reino de Dios es un estado de conciencia superior

Jesucristo, utilizando ejemplos formulados con alegorías siempre nuevas, constantemente exhorta a renunciar a todo por el Reino de Dios, explicando que si alguien consigue obtener el Reino de Dios, obtendra todo lo demás automáticamente . Bueno, el Reino de Dios, en primer lugar, es justo un estado de conciencia superior. Y el ascenso a los estados cada vez más altos de la conciencia es, en esencia, el camino que conduce a Dios. 

Y entonces entendemos la frase: "El Reino de Dios está dentro vosotros." Precisamente por el hecho que el Reino de Dios es un estado superior de conciencia, que ese está dentro de nosotros. Y cuando Jesús repite continuamente "¡Despierta!", se refiere simplemente al sentido literal de la palabra, porque, en comparación con los estados superiores de conciencia, el estado habitual de vigilia es un sueño profundo, casi como nuestro sueño normal es un sueño en comparación con el estado de conciencia de vigilia. 

Y cuando un hombre obtiene el Reino de Dios todo lo demás se le dará de complemento, porque un hombre con un estado superior de conciencia está libre del modelo de un espacio tridimensional y del tiempo que lo limitaban, está libre de ese tipo de percepción del mundo que es típico de la conciencia normal de vigilia: este hombre está en condiciones para comenzar a percibir la realidad de manera fundamental.

En este estado superior de conciencia, la persona es capaz de hacer cosas que, desde el punto de vista de la conciencia ordinaria de vigilia, parece increíbles, fantásticas. Cómo, por ejemplo, el contacto con los muertos. Se puede adquirir la habilidad de ver a los muertos y mantenerse en contacto con ellos. Y ellos pueden ayudarle a volver aquí. Porque sólo algunos de ellos, gracias a sus esfuerzos, puedan regresar a nuestro mundo.

Entre otras cosas, cabe señalar que aquellos que llamamos "muertos" (es decir, "desaparecido") están "muertos" sólo desde el punto de vista de la conciencia de vigilia ordinaria.

Pagina 7 y 8 LA RESUCITACIÓN DE LAS PERSONAS Y LA VIDA ETERNAL A PARTIR DE AHORA SON NUESTRA REALIDAD! © Grabovoi G.P., 2001