El biólogo Bruce H. Lipton señala que hay 4 falsas creencias en nuestra cultura que, si continuamos basándonos en ellas, nos autodestruimos nosotros mismos, porque estas creencias crean extinción.
Estos cuatro mitos-percepción que nos señala el autor son los sig.:
1-La falsa creencia que los procesos biológicos están controlados por la física newtoniana. Hoy ya sabemos que la biología está controlada por la física cuántica.
2-La falsa creencia que los genes controlan nuestra vida. Esta falsa creencia nos hace victimas de nuestra herencia y esto es no para nada verdad, nos señala B. Lipton. Lo observado como real es que somos maestros de nuestros genes. Controlamos a nuestros genes estando sanos o estando enfermos; ¡no somos víctimas!
3-La falsa creencia en la supervivencia del más apto. Cuando nos basamos en esta creencia de la teoría de Darwin, creemos en la competencia, nos peleamos para convertirnos en el más fuerte, el ganador. En realidad, la evolución está basada en cooperación, no en competencia. Cooperación es lo que creó el jardín del Edén, donde todos están cooperando. Pero si creemos en la competencia destruimos el jardín.
4-La falsa creencia que la evolución es un proceso al azar. Cada organismo fue creado armónicamente para el balance del medio ambiente. Los humanos fuimos creados para traer armonía al jardín, pero sin ese conocimiento hemos traído destrucción al jardín. Somos parte de este jardín y hay que actuar para cuidarlo. Los nativos sabían que estaban aquí para cuidar del jardín, y nos hemos olvidado ese mensaje.
Estos cuatro mitos-percepción que nos señala el autor son los sig.:
1-La falsa creencia que los procesos biológicos están controlados por la física newtoniana. Hoy ya sabemos que la biología está controlada por la física cuántica.
2-La falsa creencia que los genes controlan nuestra vida. Esta falsa creencia nos hace victimas de nuestra herencia y esto es no para nada verdad, nos señala B. Lipton. Lo observado como real es que somos maestros de nuestros genes. Controlamos a nuestros genes estando sanos o estando enfermos; ¡no somos víctimas!
3-La falsa creencia en la supervivencia del más apto. Cuando nos basamos en esta creencia de la teoría de Darwin, creemos en la competencia, nos peleamos para convertirnos en el más fuerte, el ganador. En realidad, la evolución está basada en cooperación, no en competencia. Cooperación es lo que creó el jardín del Edén, donde todos están cooperando. Pero si creemos en la competencia destruimos el jardín.
4-La falsa creencia que la evolución es un proceso al azar. Cada organismo fue creado armónicamente para el balance del medio ambiente. Los humanos fuimos creados para traer armonía al jardín, pero sin ese conocimiento hemos traído destrucción al jardín. Somos parte de este jardín y hay que actuar para cuidarlo. Los nativos sabían que estaban aquí para cuidar del jardín, y nos hemos olvidado ese mensaje.
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