Entremos en este eje, ¡el eje del AMOR!
Sintamos un pilar de luz, un eje eterno de amor, moviéndose hacia arriba.
En la parte superior del eje de luz, la luz pulsante de nuestro Dios Creador, brilla. En todo momento da su luz al mundo.
Y nosotros nos esforzamos por ser conscientes de ello en la medida de lo posible, y por abrazar esta luz constante e intensa. Porque ésta es la luz eterna, la fuente de todo conocimiento y toda información. Somos resonadores de esta luz. O somos capaces de amplificar esta luz.
Tomamos conciencia
La respiramos
La sentimos
Comprendemos
Amplificamos con nuestra atención
Yo soy la luz del Amor Eterno
En mí está el conocimiento de Dios
Lo derramamos
Lo damos al mundo
Con el Conocimiento de Dios Resonamos a través de todos los elementos del mundo, de todas las personas
Respiramos, percibimos, percibimos la luz que vuelve
La luz del mundo se refleja en nosotros
En amistad con el mundo
Y el mundo se hace amigo nuestro
Elevamos
Elevamos
Damos una bendición
Recibimos bendiciones
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