Somos los creadores de nuestra propia realidad

 El Universo es como una gigantesca antena cósmica que nos devuelve multiplicado según la frecuencia que emitimos.

Todo lo que pensamos y sentimos no se queda solo en nuestras mentes... ¡se lanza al espacio, a través de una red invisible de energía cuántica que conecta todo lo que existe!

Nuestros pensamientos son literalmente ondas de vibración que el Universo recoge y nos las manda de vuelta como si fuera un eco cósmico.

Cuando nos sentimos mal, enfadados, llenos de miedo, se nos proyecta más de lo mismo.

Solo quienes entienden cómo funciona la frecuencia vibracional pueden salir adelante.

Si empezamos a vibrar en positivo, a sentir gratitud, a enfocarnos en lo que queremos en lugar de lo que tememos, el Universo no tendrá más opción que devolvernos eso en forma de oportunidades, alegría y prosperidad.

¡Es como hackear la matriz!

La humanidad distraída y con miedo, no utiliza este poder increíble que llevamos dentro!

Nuestras vibraciones son las órdenes que el Universo sigue al pie de la letra.

Comprendamos ésto y salgamos del engaño.

Las noticias negativas que los medios propagan nos mantienen en una vibración baja! ¿Por qué? Porque cuando vibramos en esas frecuencias bajas, estamos como atrapados, no podemos despertar nuestro verdadero poder, ¡ese poder que tenemos dentro y que puede doblar la realidad a nuestro favor!

Cuando vibramos con miedo, somos manipulables, fáciles de controlar. ¿A quién beneficia esto?

El Universo es una supercomputadora cuántica, pero no es neutral. ¡No, no! Está programada para responder a la energía que nosotros le envíamos, como si fuera un espejo cósmico. Y aquí viene el truco que nadie te cuenta: lo que proyectamos, lo que sentimos en lo más profundo de nuestro ser, es lo que este sistema cuántico nos devuelve en la realidad.

Si nos atrevemos a vibrar en amor, en gratitud, en prosperidad, el Universo devuelve todo eso en retorno...

Si mantenemos nuestra vibración alta, empezamos a atraer todo lo que deseamos.

Vibremos alto y observemos cómo el eco del Universo responde a nuestra nueva sintonía, porque el secreto mejor guardado es que nosotros somos los creadores de nuestra propia realidad!