Vivir dentro de las posibilidades nos da la oportunidad de madurar.
Y todo lo que obtendremos de esa maduración lo habremos fundado nosotros mismos, y asi lo valoraremos realmente.
En cambio, cuando tenemos algo que ya "funciona", lo fundimos.
Se trata de Vivir adentro del alcance real y saber que las penurias son consecuencias de las decisiones tomadas en el pasado.
Ya no hay más crédito para la ilusión y se trata de "asumir el desafío de construir y fundar" lo que puede funcionar.
Valorar el propio alcance, asi aprendemos y evolucionamos.
La evolución es un decisión particular.
La propia experiencia desde la consciencia alineada al alma, es el camino del auténtico Desarrollo.
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